Entrada a la milicia
En 1916, los
EE.UU. ocuparon el país debido a las amenazas de no pagar la
deuda externa. El Ejército de Ocupación pronto creó una
Guardia Nacional para restablecer el orden. En 1918, viendo la oportunidad, Trujillo se integró en la recién fundada
Guardia Nacional a cuyos reclutadores impresionó y pronto fue promovido a
Segundo Teniente el 18 de diciembre. Fue ascendido nuevamente y prestó juramento el
11 de enero de
1919, convirtiéndose en el teniente número quince de los dieciséis que existían entonces en la
Guardia Nacional. En
1921 ingresó en una
Academia Militar fundada por el Ejército de Ocupación en
Haina, y el
22 de diciembre de ese mismo año fue designado para ocupar la jefatura de la
Guarnición de
San Pedro de Macorís. En
1922 fue trasladado al
Cibao y, mientras se encontraba en
San Francisco de Macorís, fue ascendido a
Capitán sin pasar por el grado de
Primer Teniente, algo irregular en el escalafón militar, pero explicable debido a los "servicios" prestados por Trujillo al ocupante estadounidense. Este ascenso fue acompañado por la reorganización de la
Guardia Nacional, la cual más tarde se convertiría en la
Policía Nacional Dominicana, en la que ocupó muy poco tiempo después el mando de la 10ª Compañía. En
1923, antes de su nombramiento como inspector del primer distrito militar, participó como estudiante en la
Escuela de Oficiales del Departamento del Norte. En esta época, a pesar de su formación militar, comenzaron a manifestarse sus inclinaciones políticas. Emprende una vertiginosa carrera como oficial, llegando al grado de
Mayor. Cuando las tropas de EE.UU. abandonaron el país en 1924, dejaron a Trujillo a cargo. En 1927 Trujillo abandona la Guardia Nacional para integrarse a la
Brigada Nacional, en la que en tan sólo diez años asciende al grado de
General. Fue recogida una frase que pronunció antes de ingresar en las filas del ejército:
"Voy a entrar en el ejército y no me detendré hasta ser su jefe".
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